Impresiones de las primeras semanas de proyecto

Desde julio de 2019, el grupo de expertos de Ficus ha estado en la carretera en Lima, en el Monte de Israel, cerca de Pamplona Alta. La primera fase del proyecto es el desarrollo de un concepto de diagnóstico participativo, así como el diseño y la concepción de talleres de sensibilización sobre la gestión sostenible del agua.

Sobre la base de los resultados de las encuestas directas de la población local sobre el uso del agua, se elaborarán los temas apropiados para los talleres sobre su uso. Los datos formarán parte de las bases de nuestro proyecto.

Se formularon preguntas sobre la vida cotidiana de la población:

  • ¿Cuánta agua se necesita para cada actividad del hogar?
  • ¿Cuánta agua se reutiliza y para qué actividad?
  • ¿Con qué frecuencia viene el camión cisterna con agua?

El 15 de septiembre de 2019 tuvo lugar el primer taller de sensibilización del proyecto. El tema fue: «¿De dónde viene nuestra agua?» Juntos aprendimos sobre la fuente, las propiedades y el uso de este recurso en la ciudad.

Lima se encuentra en el desierto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una persona debe consumir 100 litros de agua al día para cubrir todas sus necesidades, pero en algunos distritos de Lima la cantidad adeudada se cuadruplica y, si no se cuida el agua, otras zonas se ven afectadas y el consumo de agua es inferior al recomendado. El promedio en San Juan de Miraflores es de 98,4 litros (Sunass, 2017). La pregunta que ha surgido:

¿Qué tan buena y de dónde viene nuestra agua?

Cuestionamos las ventajas y los riesgos del tratamiento de aguas residuales. Se muestra de dónde proviene el agua para todos, es decir, de los tres ríos principales de Lima: Chillón, Rimac y Lurín. Al final, se explican las diferencias entre las aguas negras y grises y se muestran las primeras aproximaciones a la ecofiltración del agua.

Agradecemos a la gente de Pamplona Alta y a los expertos locales de Ficus!